Un Grinch llamado Correa, que no tiene salvación. Odia la paz, el amor y al solidaridad. |
En esta navidad, alrededor de 3000 familias en el Ecuador tendrán una cena amarga. Son las familias de miles de empleados públicos que fueron “renunciados” por el presidente Rafael Correa, que hoy pisa las aún lodosas calles de Caupicho, anunciando que su “revolución ciudadana avanza”. A estos trabajadores, muchos de ellos médicos de prestigio, nadie les explicó las razones exactas para haber sido echados del trabajo violentamente, con policías y hasta militares armados. Vale preguntarse: ¿FELIZ NAVIDAD, señor Presidente?
¿Cuál FELIZ AÑO NUEVO, señor Presidente? Si para el 2012 se habla de que esa cifra subirá a más de 12.000 padres y madres de familia despedidos.
En el Ecuador hay más de 200 personas acusadas de sabotaje y terrorismo, solo por oponerse de una u otra manera a su política derechista. Recordemos los tres años de prisión y 40 millones de dólares con los que se les condenó a los directivos de diario El Universo. O el juicio que sigue contra los periodistas Juan Carlos Calderón y Cristian Zurita. Mónica Chuji fue condenada a un año de prisión por expresar su opinión sobre el gobierno que usted mal llama “revolución ciudadana”; Marcelo Rivera, ex presidente de la FEUE acaba de cumplir dos años de estar detenido con las mismas acusaciones ¿FELIZ NAVIDAD, señor Presidente?
El Ecuador es uno de los países que redujo la pobreza en estos últimos cuatro años, nos dice el Presidente. Le preguntamos a usted señora madre de familia: ¿Los precios en los mercados han bajado?, o por lo menos: ¿no han subido? Pues NO. Las papas están más caras; el azúcar, el arroz, el aceite, la avena y hasta las bebidas gaseosas han subido de precio. ¿REDUCCIÓN DE LA POBREZA, señor Presidente?
Son cada vez más los padres de familia que no pueden acceder a un cupo en las escuelas y colegios púbicos. Miles de nuestros hijos, hermanos o familiares no podrán entrar a la universidad, porque según el Presidente, eso solo es para los genios, no para cualquiera. ¡Como si no tuviéramos derecho a tratar de superarnos! ¿REVOLUCIÓN EDUCATIVA, señor Presidente?
Nos dice que la base de Manta ya no está y que usted ha defendido la soberanía. ¿Y las 97.000 hectáreas de terreno entregadas a las transnacionales mineras en Zamora? ¿Y la deuda externa con China, a cambio de nuestro petróleo?
Muchas otras preguntas podríamos hacernos para demostrar que lo que vivimos no es, ni de lejos, una revolución. No es, ni de lejos, una patria altiva y soberana.
Ésta, por sus acciones, señor Presidente, no será una FELIZ NAVIDAD. Y el próximo año, si dejamos que usted siga dominándonos, no será un FELIZ AÑO NUEVO.
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