martes, 18 de octubre de 2011

VERDE ES EL COLOR DEL PONCHO Y EL SOMBRERO DE ULCUANGO

POR: JOSÉ MANUEL PERUGACHI

PUEBLO CAYAMBI / OPCIÓN

En una entrevista dada al periódico El Ciudadano de la última edición, el flamante embajador de Bolivia, Ricardo Ulcuango, se remienda de incoherencias para justificar la honorable designación.

En primer lugar pone de manifiesto que por ser Ecuador un país Plurinacional, todos los sectores tienen la posibilidad de participar en el Estado. Esta tesis es por supuesto verdadera, ningún segmento social debe permanecer aislada sin participación en el seno del Estado, las luchas trasadas durante decenios, lideradas por las organizaciones sociales fue para eliminar la monopolización del Estado en manos de la burguesía, para dar paso a un Estado que incluya a  quienes siempre fuimos excluidos de aquellas esferas.

La Plurinacionalidad, a propósito, para la CONAIE es: la organización jurídico-político del Estado cuyas estructuras permiten y estimulan la participación directa de los sectores sociales, de los pueblos y nacionalidades existentes dentro de su territorio……..”; “propone la transformación de la estructura del Estado dominante, a un modelo político, jurídico y socio-económico justo, soberano e incluyente en la diversidad que permita superar la pobreza, la inequidad y la discriminación”.   

Sin embargo, todos estos principios fueron rotos por el régimen de Correa poco después de acceder al poder, la alianza con las organizaciones sociales fue dejada atrás, a favor de un pacto con la derecha del siglo XXI regentada por Correa; y hoy vemos más claro cómo está intacta la alianza con la derecha clásica del país en los vaivenes de la Asamblea. Las cifras muestran que la pobreza, la inequidad, la discriminación no  ha sido saneada, y no existe participación de las organizaciones sociales progresistas de izquierda en el Estado, a quienes endilgando un montón de mentiras trata de desprestigiar. Es esta contradicción en el discurso y en los hechos que demuestra que desde las aspiraciones de la CONAIE y otros sectores sociales del país la plurinacionalidad está en el limbo.

Con la designación como embajador a crédito personal no se soluciona la cuestión de la Plurinacionalidad, y no es aceptable de ninguna forma que bajo tal pretexto se mezcle con un gobierno racista, fascista, derechista, insultador, demagogo, que traicionó el gran proyecto de cambio radical en el país. Ulcuango se ha convertido así en una figurilla del gobierno burgués, acompañado de su sed  burocrática.

En otra parte señala que: “debe existir voluntad política, tanto del gobierno como de la dirigencia indígena, para trazar una agenda de reivindicaciones propias de las comunidades”. Voluntad política del régimen no existe, existe voluntad por aniquilar a la organización social, la voluntad política del movimiento indígena se  agotó al ser las reuniones impositivas por parte de régimen, por ejemplo en el caso del tratamiento de la Ley de Aguas, o cuando por defender la pacha mama se persigue a los líderes comunitarios, cuando insulta en las sabatinas a dirigentes de la CONAIE. ¿Acaso Ulcuango tan pronto se ha olvido que  las organizaciones sociales recibían los disparos de Correa?, ¿que en tales circunstancias tuvimos un exitoso levantamiento para defender el agua y otros reclamos? Hoy, sin importar el pasado, haciendo caso al acoso del enemigo se vende para compartir la ideología del gobierno e ignorar a su pueblo. Un gobierno burgués jamás podrá coincidir, peor compartir las aspiraciones que tenemos las organizaciones de izquierda y los pueblos del Ecuador, por eso la opinión de Ulcuango de trazar una agenda con el gobierno y el sector indígena tiene sentido solo en las mentes oportunistas y divisionistas.

Sostiene además que recibida la llamada de Patiño: “consulte a los presidentes de la Confederación de Cayambe, Ecuarunari y Conaie, esperé hasta el último momento para verificar alguna reacción o alguna convocatoria para analizar esta situación”. Tal respuesta es muy infantil dada su madurez, pues conocía perfectamente la situación polarizada entre el gobierno y el movimiento indígena, las distancias kilométricas que los separaban, no solo en el campo político. Si Ulcuango poseía ética, respeto con su organización, inmediatamente podría haber dado una respuesta negativa contundente a tal tentativa de Patiño, sin embargo cayó en la componenda del gobierno, inclinado además por su desviación política, ideológica. Su respuesta solo intenta llenar inútilmente el vaso de agua roto en la base.

Por último, claro que ya no sorprende, uno de los temas de agenda será el tema minero, alineado claramente con la política del gobierno. Ahora solo se podrá diferenciar el  poncho y el sombrero, porque su contenido en letras y palabras no tienen diferencia entre los demás mayorales de Correa.

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