Las chugchucaras son ya parte de la tradición cotopaxense. Doña Rosa Jiménez es muy visitada durante las fiestas de Latacunga, en especial en la MAMA NEGRA.
¿Existen secretos para hacer chugchucaras? No los hay, dice doña Rosa. Y está segura de que cualquier persona puede hacerlo. Lo único que se necesita es tener voluntad.
Es dueña de uno de los sitios más visitados de Latacunga: Chugchucaras Rosita. Está ubicado a pocos pasos de la ESPE. Aunque no recuerda la fecha en que comenzó su propio negocio, dice que deben ser más de 23 años.
Rosa Jiménez se inició en el local de su madre, Rosa Quintanilla, que estaba situado en el centro de Latacunga. “Cuando me ubiqué en este sitio había pocas esperanzas de triunfar. Entonces, para que la gente vea lo que vendíamos, sacamos piezas gigantes de cuero reventado. Eso les llamaba la atención y venían. Y apenas entraban les dábamos la probana. No nos importa si compran, aunque al probar, les abre el apetito y ordenan. Gracias a Dios las cosas han salido bien hasta hoy.”
¿CÓMO SE PREPARA LA FRITADA? La fritada únicamente se la hace de la carne suave. Las cabezas, los huesos y las vísceras de los chanchos las venden aparte. “Nunca hacemos faltar las empanadas, el tostado, el plátano maduro frito, las papas fritas, el canguil, el cuero reventado, el mote y, por cierto, la probana para que los clientes saboreen lo que luego les servimos”, dice doña Rosa.
Tal vez una de las razones del éxito, más que el sabor sea la atención. “Aquí todos son bienvenidos. Siempre hay una sonrisa, un pedazo de fritada, tostado o mote con chicharrón. En otras palabras: aquí siempre hay cariño. Y durante los días festivos para la ciudad de Latacunga, ese cariño es más intenso”, afirma.
Rosa Jiménez atiende a todos los que llegan a su negocio como si fuesen viejos y buenos clientes. “Todos son importantes para nosotros. Y así les recibimos. Aquí hacemos chugchucaras para todos y obviamente hemos preparado para gente muy conocida”.
Jiménez no es partidaria de extender su negocio. Considera que con uno bien administrado es suficiente. Ha tenido propuestas, pero no las ha aceptado. Pues manifiesta que todavía no tiene a una persona en particular para que le suceda en la tradición. “Pero tal vez sean mis hijos, tengo dos varones y una mujer”, todos ellos colaboran con ella y podrían ser quienes continúen con el negocio.
Mauro Villegas, consumidor, manifestó que las chugchucaras se han convertido en el plato más conocido de la gastronomía latacungueña. Este plato consiste en una combinación de mote, plátano maduro, empanada rellena, queso amasado, aguacate, maíz tostado, canguil y la famosa fritada. Como entrada se suele servir mote con chicharrón. La picantería de doña Rosita es sin duda el lugar más famoso para disfrutar de este rico plato típico ecuatoriano. El valor del precio está en alrededor de 5 dólares. Pero vale la pena pagarlo porque su preparación es única e invita a todos a disfrutar de tan delicioso plato latacungueño.
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